Me encontré con un artículo de CAF (Banco de desarrollo de América Latina y el Caribe) que llamó poderosamente mi atención y me hizo reflexionar sobre el sector al cual represento.
En los últimos años, el papel de las mujeres en la sociedad ha experimentado cambios significativos. A pesar de ello, persiste un rol tradicionalmente asignado por la sociedad, el trabajo doméstico, para el cual el acceso a la energía es crucial. Según dicho artículo, en las zonas rurales, las mujeres son responsables de procurar la energía necesaria para el funcionamiento del hogar, que incluye la obtención de leña para cocinar y mantenerlo cálido durante el invierno, entre otras tareas.
Los datos son reveladores y muestran una brecha significativa en términos de representación y equidad de género en esta industria. De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, solo el 24% del sector energético global está compuesto por mujeres, y existe una brecha salarial del 15% en comparación con los empleos ocupados por hombres. Además, “La Hoja de Ruta de Género para la Transición Energética” de Women’s Energy Network, revela que, en el ámbito laboral mexicano, solo el 0.46% de las mujeres del sector ocupan cargos de toma de decisiones.
A pesar de la creciente participación de mujeres en posiciones directivas y estratégicas, como las de Tania Ortiz Mena López Negrete, presidenta de Sempra Infraestructura para México, Angélica Ruiz Celis, vicepresidenta senior para América Latina y presidenta de BP México (antes British Petroleum), y Rosa Elena Torres Ortiz, jefa de la unidad de gestión técnica y planeación de CENAGAS (Centro Nacional de Control del Gas Natural), el sector aún enfrenta desafíos para garantizar la igualdad de oportunidades.
Para que las mujeres ocupen posiciones estratégicas en donde puedan influir en la toma de decisiones, es crucial comprender que la equidad de género va más allá de nuestra mera presencia, se trata de valorar y destacar los conocimientos, intereses y habilidades individuales de cada persona, especialmente en industrias predominantemente masculinas.
En Énestas buscamos este cambio en el sector al proporcionar herramientas y capacitación necesarias para que las mujeres en mandos medios accedan a puestos directivos. Actualmente, más del 20% de los colaboradores en mandos medios en Énestas son mujeres, lo que demuestra un compromiso real con la promoción del crecimiento laboral con una perspectiva de género.
El camino hacia la consolidación del papel de la mujer en la industria energética todavía tiene algunos desafíos que superar, pero con un enfoque firme en la perspectiva de género, podemos avanzar hacia un futuro más inclusivo y equitativo en todas las áreas laborales.
Acerca de nuestra especialista
Olivia Vadillo es Directora de Relaciones Institucionales y Gobierno en Énestas. Estudió Relaciones Internacionales y Asuntos Exteriores en la Universidad Iberoamericana y una maestría en Administración y Gestión de Empresas en la Universidad de Palermo en Argentina. Su trayectoria profesional le ha construido gran experiencia tanto en el sector público como en el privado, en Europa, Asia, Estado Unidos y Latinoamérica.
